martes, 29 de abril de 2008

Etnografia de Jacura

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL “LIBERTADOR”

INSTITUTO UNIVERSITARIO PEDAGÓGICO

“MONSEÑOR RAFAEL ÁRIAS BLANCO”

VALENCIA – ESTADO CARABOBO

HACIENDO HISTORIA EN JACURA,

MUNICIPIO JACURA DEL ESTADO FALCÓN

Autores: Nilda Arratia

C.I. Nº 14.679.907

Norma Vargas

C.I. Nº 12.177.691

Orlanis Zambrano

C.I. Nº 11.750.065

Profesor: MSc. José I. Pérez Lugo

Cátedra: Historia Local y Regional

Valencia, 01 de agosto de 2003

A los personajes que retozan en estas páginas y los que se fueron.

A la memoria de nuestros abuelos.

A nuestros padres.

ÍNDICE DE CONTENIDO

pp.

INTRODUCCIÓN

6

CAPÍTULOS

I

ANTECEDENTES HISTORIOGRÁFICOS

8

Aspectos históricos

8

II

ASPECTOS GENERALES

14

Origen del nombre Jacura

14

Origen del Municipio

14

Límites

16

Superficie

16

Linderos

16

Parroquia Jacura

17

Parroquia Jacura y sus Caseríos o Centro Poblados

17

Especificaciones de los Centros Poblados

18

Ubicación astronómica y geográfica

19

Vegetación

19

Clima

20

Relieve

20

Hidrografía

20

Demografía

20

Vialidad

21

Potencial turístico

22

III

ASPECTOS SOCIALES

23

Características sociales

25

Sus lugares de residencia

25

Su ocupación

25

Su nivel tecnológico

25

pp.

Sus tradiciones

26

Su nivel educativo

26

Su nivel religioso

26

Valores

26

La familia jacureña

28

IV

RASGOS DEL FOLKLORE ANÍMICO – SOCIAL

29

Seretones en Jacura

30

La serpiente guardiana

30

El rapto de una joven (duendes)

32

Aparición de San Miguel Arcángel

33

Semana Santa

34

Pinceladas costumbristas

35

Décimas

36

Fiestas y ceremonias

38

La fiesta de San Miguel

38

La fiesta de la Santa Cruz

38

La fiesta de los Locos

38

Poesía

39

Estribillo

39

Romance

39

Salve

40

Los juegos de los niños

40

Creencias

40

V

ECONOMÍA Y COMERCIALIZACIÓN

44

Actividades del sector primario

44

Subsector agrícola – animal

44

Otras especies de ganado

45

Subsector agrícola – vegetal

46

pp.

Subsector agrícola – forestal

46

Actividad minera

46

Actividades el sector secundario

47

Actividades económicas del Sector Terciario

48

Comercio

48

Servicios básicos

49

Salud

50

Educación

51

Servicio judicial

52

Cementerio

53

Transporte

53

VI

MEDICINA TRADICIONAL

54

CONCLUSIÓN

58

BIBLIOGRAFÍA

60

ANEXOS

61

INTRODUCCIÓN

Al norte de Sudamérica se encuentra Falcón, el Estado venezolano con la mayor variedad de atractivos naturales y culturales. El Estado Falcón ha sido protagonista de hechos importantes en la historia del país. En la Serranía de Coro se produjo la primera rebelión de esclavos contra la Corona Española, en 1795, encabezada por el negro José Leonardo Chirino. En el Puerto de la Vela de Coro desembarcó Francisco de Miranda en 1806, ondeando por primera vez la bandera nacional.

Durante la guerra de Independencia, en 1821, la heroína Josefa Camejo coloca el territorio falconiano bajo las órdenes del General Urdaneta. El control de Coro por las fuerzas independentistas permitió a los patriotas cortar el avance del ejército realista hacia Maracaibo, después de su derrota en Carabobo, asegurando así la victoria del Almirante Padilla, apoyado por las tropas del paraguanero José Eugenio Hermanes, en la batalla del Lago de Maracaibo el 24 de junio de 1823. El 20 de febrero de 1859 Tirso Salaverría comanda un levantamiento armado, junto con los generales Juan Crisóstomo Falcón y Ezequiel Zamora, proclamando la federación y exigiendo mejores condiciones de vida para los trabajadores.

En 1863 fue creado el Estado Coro, que tras varios cambios de denominación y ordenación político – territorial, asume finalmente el nombre de Estado Falcón, en homenaje al General Juan Crisóstomo Falcón. Coro, la capital de Falcón, nace por el propósito común de un insigne indígena, conocido como Manaure, y el aragonés Juan de Ampíes, el 26 de julio de 1527, con el nombre de Santa Ana de Coro.

Coro conecta con la Costa Oriental del Estado Falcón por autopista y a través de la red vial interna de carreteras y caminos secundarios, la mayoría asfaltados, que permiten el acceso a centros poblados de la zona.

El Estado Falcón está compuesto por veinticinco (25) municipios, entre los cuales hemos querido destacar al Municipio Jacura, específicamente la “Parroquia Jacura” y dejar testimonio de lo que es su historia, su pasado, y valores que conforman la cultura regional y local.

Nuestro propósito no es otro que el de presentar una fuente de datos e información con la divulgación de aquellos elementos que integran nuestro pasado regional y que, por permanentes, continúan representado lo que en realidad somos y lo que aspiramos a ser si nos esforzamos en la tarea común de comprenderlos y extraer de los mismos un justo y racional provecho.

En tal virtud, es nuestro ánimo recoger cuanto de valor hemos encontrado en aquellas páginas que sólo espíritus diligentes han sabido conservar, o en aquellas otras que van tomando el camino de extraviarse, y a lo cual es urgente poner una promesa de rescate. Hemos querido recoger trozos de la historia que representa a cualquier pueblito de nuestra amada Venezuela, específicamente Jacura, un pueblo de leyendas.

Sus memorias son los susurros del duende entre las flores, al soplo testimonial de sus ríos y montañas. Son remembranzas también de nuestros abuelos, quienes a través de sus picarescas narraciones nos dejaron una enseñanza que se trasmite de generación en generación y que quedan plasmadas en nuestra historia.

CAPÍTULO I

ANTECEDENTES HISTORIOGRÁFICOS

Aspectos Históricos

Jacura parece que era un pueblo de indios caquetíos cruzados con ayamanes y por la ubicación del hábitat jacureño, se deduce que era un sitio de enlace, o tal vez, de refugio entre las dos etnias mencionadas.

Según el historiador César Loaiza, en el sector mencionado los aborígenes habían desarrollado una economía a base de maíz, de la yuca y de la caza, productos que eran cambiados o permutados a los pueblos costeros por sal y pescado.

Cuando llegaron los conquistadores europeos, Jacura servía como punto de indios, es por esto que dicen que vieron a muchos naturales. “Todos son diferentes e hay muchos caquetíos (sic) e de aspecto específico”. Esta referencia se encontró en un archivo privado, siendo un documento firmado por Medardo José Bustillos Pulgar de Harcilla. Por las evidencias documentales encontradas, hasta ahora, el poblado de Jacura es de data oscilante entre finales del “prehispánico y comienzos del hispano”. Posiblemente tenga una cronología entre unos 500 a 400 años. Ir más allá sería aventurado mientras no se tengan vestigios del “Arte Rupestre”, el cual todavía no se ha detectado en la zona.

Un documento sobre encomiendas del 1661 dice que (Jacura) es un lugar apto para sementeras. Agrega que había una encomienda de servicios y una de tributo. Señala la existencia de negros esclavos en el sector. Por cierto, Jacura aparece escrito como “Jacure”.

Jacura se cita en un documento episcopal el 26 de junio de 1723 en Encomiendas, T. II, pág. 39. En Vila, M. A. (1978) se encuentran las siguientes referencias. En documento de 1768 que trata de Coro, el cual es aportado por Altolaguirre, se menciona el lugar (Jacura) como un pueblo de indios con 366 almas y algunos negros esclavos.

El obispo Martí visitó el lugar el 24 de abril de 1773, señalando que encontró un registro parroquial iniciado en 1694. “El libro parroquial más antiguo que he hallado acá y su primera partida es del 24 de noviembre de 1694”, y sobre esta partida se lee una nota que dice (sic): “comienza a seguirse las partidas de bautismos, hechas en este pueblo y iglesia de Jacura, etc.”

Por considerarse de interés se van a insertar algunos párrafos textuales y otros parafraseados de la vida que realizó el Obispo Martí a la comunidad de Jacura.

“Todo el camino se compone de cerritos, esto es, subidas y bajadas, y cerca de este pueblo de Jacura los cerritos son mayores. Las tierras todas son buenas, y mejores las inmediatas antes de llegar acá. El sitio de este pueblo está desigual, y por el medio lo pasa un arroyuelo de agua buena, que nace cerca, arriba del pueblo”.

Obsérvese la descripción fiel que realiza Martí referente a la vía que conduce hasta el poblado y la mención del cauce de agua que todavía atraviesa el trazado poblacional, cuyas aguas hoy en día están algo contaminadas y disminuidas.

“El pueblo de Jacura es pueblo de indios, y cada año eligen alcaldes indios y corregidores los cuales componen el Cabildo, Justicia y Regimiento”.

Según el Obispo mencionado, Jacura se denominaba “Arcángel San Miguel de Jacura”, tenía 27 casas concentradas, 30 familias, en 57 casas dispersas, 61 familias para un total de 521 habitantes. En relación a la iglesia de Jacura, Martí hace el siguiente relato:

“Esta iglesia se baxo la invocación de San Miguel Arcángel, de una sola nave, bastante ancha, cubierta de la corteza de un árbol llamado guaraparo, que por debajo parece esta corteza tablada y está más aseado el techo que si estuviera cubierto de paja y palma. Sus paredes de mampostería, desde la puerta principal hasta las puertas colaterales inclusive, del altar mayor; más capaz ésta de lo que suelen ser las otras con tres altares colaterales y no está muy aseada” pp. 38-39.

Lo que significa que para 1773 la iglesia de Jacura ya tenía la configuración que actualmente tiene. Aún más la existencia del libro parroquial (1694), infiere que ya antes habían libros parroquiales.

Posiblemente esta iglesia se empezó a construir a finales del siglo XVII o tal vez a inicios del siglo XVIII. Por cierto, hoy en día la iglesia es monumento nacional debido a la data de construcción.

La iglesia para 1773 no tenía colocado su Divina Majestad. Solamente tenía una custodia de plata muy pobre y sin dorar, aspecto que resolvió el Obispo Martí, a tal efecto, propone que el pueblo de Jacura quedase como Curato por sí solo y que los pueblos de Carorita y Varavara pasasen a formar el Curato.

“Esta iglesia es como la matriz respecto de la iglesia de Carorita y de la de Varavara, y estas dos últimas son como agregadas, anexas y como filiales; y como me dize es cura que los dichos pueblos de Carorita y Varavara son de vezinos españoles, y que acá no hay indio alguno, y que acá en Jacura hay indios, ahunque le estén agregando otros vezinos españoles, negros y mulatos, y atendiendo también a la larga distancia que hay de acá de Jacura a los pueblo de Carorita y Varavara, que haze muy difícil y casi imposible la asistencia de sus feligreses, convendría que este pueblo de Jacura quedase Curato por si solo y que con estos dos pueblos de Carorita de Varavara se formase un Curato”.

De los autores Pérez Friend, M. A. Hernández Baño (1990) se toman las siguientes referencias de Jacura y Carorita. El Primer Informe Agropecuario en la Provincia de Venezuela (1720/21), lo realizó Pedro José de Olavarriaga, comisionado del Virrey de Nueva Granada, Jorge de Villalonga. En dicho informe se menciona a Jacura con 60 fanegas y 4000 árboles. Evidentemente que era una de las jurisdicciones del Cantón de Costa Arriba que producía.

Del informe realizado por Pedro Phelipe de Llamas (1767/68), quien fue comisionado por encargo del Gobernador y Capitán de la Provincia de Venezuela, Don Joseph Solano y Bote, para realizar un resumen del estado particular y general de toda la jurisdicción.

“Corriendo por Costa Arriba, a ocho leguas del mar, está el pueblo de Carorita, agregación de españoles, pardos y negros. Dista de (Coro) tres jornadas de carga, mantiene una Provincia y Cura propio, a cuya iglesia están agregadas algunas vecindades, como son la de Varavara, Gueque, Píritu y Aguablanca. Con 300 personas blancas, 60 pardos, indios y negros”.

“A distancia de media jornada del sobredicho pueblo hacia el Sur está el pueblo de Jacura que se compone de indios, naturales, mestizos, pardos y negros, fundada en una montaña fértil y abundante de aguas vivas, tiene su Iglesia de Piedra y Cura doctrinero al mismo de Carorita: dicho pueblo de Jacura dista de esta ciudad (Coro) tres jornadas y medias de carga, el número de naturales alcanzará a 70, el de indios a 80, el de españoles de uno y otro sexo a 16, el de mestizos, zambos y negros a 200 que pueden componer más o menos el número de 366 personas”.

Acerca de la posible data de la fundación de Jacura los historiadores no han ofrecido fecha. Una versión aproximada la ofrece Vila, M. A. (1978) cuando dice: “Tierra adentro del paisaje más oriental de la fachada barloventeña surgieron, en el siglo XVII, algunas localidades (Jacura, El Alto)”, pág. 31. Aunque en realidad no es fundación sino surgimiento los cuales son hechos diferentes.

Landaeta Rosales, citado por Beaujon, O. (1982), “señala en el siglo XVII la fundación de Jacura en 1694. En realidad se trata de un error histórico, ya que para la fecha mencionada el Obispo Martí encontró en Jacura el libro parroquial más antiguo, aunque parece que hubo más antiguos, según lo menciona el mismo prelado”. En la misma obra Beaujon menciona (pág. 87) que Carorita fue fundada en el siglo XVIII, específicamente en 1791.

En torno al cuadro de tierras pertenecientes a las Parroquias Jacura y Carorita, se parafraseará lo que de ellas se dice en Materiales para el Estudio de la Cuestión Agraria en Venezuela (1829 – 1860), publicado por la UCV en 1971.

“La Parroquia Jacura pertenecía al Cantón Costa Arriba y la ubicación de Jacura se describe así: San Miguel de Jacura, situada la Parroquia por los cuatro vientos de los ejidos y resguardados de los indígenas que antiguamente la han poseído y le corresponde a ellos. Por el Naciente hasta el aserradero; y por el Norte hasta la Ogaza, por el Sur hasta la Guacamaya y por el Poniente hasta la Sienegeta”.

Los linderos antiguamente conocidos por parte del Naciente fuera de los resguardos de los indígenas son:”Las Sabanas de Panaguaca; donde se divide de la Parroquia Capadare. Por el Norte, el mar y el cerro de Togodo (Togogo), y por el Sur el río tocuyo en donde se divide el dominio de esta parroquia con la Provincia de Carabobo, y por el Poniente la Sabana Grande, lindero colindante con la Parroquia de Carorita”.

“Habrá por la parte del Naciente fuera de los resguardos de los indígenas, tres leguas y cuartas, y por el Norte legua y media. Por el Sur siete leguas y un cuarto, y por el Poniente hay fuera de los ejidos dos leguas; para un total de trece leguas y media y ciento cincuenta fanegadas”.

“La situación en cuanto a ríos o quebradas existentes en la Parroquia Jacura era: Por el lado del Poniente no hay ríos permanentes pero hay una quisira llamada Timaca y quebrada del río Urio. Por el Norte la riega el río Guanare, Caydí y otras quebradas de agua viva. Por el Sur Tuapire, Anaonima, el salto Agua Chiquita y el León, Guaydimita, Cambural, Uriacana y Taparal. Por e Naciente, la riega Jacarita teniendo ciénegas de agua potable: Ubadal, Macuma y Guaraba”.

“Estos terrenos por parte del Naciente y Sur son montañas fértiles todas de labor de serranía, pero muy útil para cacao, café, caña y otros frutos. Por la parte del Norte y Poniente tierras llanas y el mar. Todas disfrutan de un clima templado y son tierras utilísimas para lo que se quiera, son lugares sanos y traficados “.

“Hay en estos campos famosas maderas: cedro, caoba, pardillo, canacaro, apamate, tuque, jabillos, canastibar y de tinta, cera y mora, bosuga de resinas, copey, caricarito, tacamajaca y palo amargo. En plantas medicinales mencionan a la zarza, culantrillo, polipodio y vainilla”.

Según la nota presentada en el informe mencionado, las tierras estaban ocupadas en la parte sur y el resto no tenía ocupantes.

Por decreto del Poder Ejecutivo del 1 de abril de 1826, se erigió el Cantón Costa Arriba, compuesto de las parroquias San Miguel de El Tocuyo (cabecera), Jacura y Carorita que fueron segregadas de Cumarebo.

CAPÍTULO II

ASPECTOS GENERALES

Origen del Nombre Jacura

Con el nombre de Jacura se conoce en el Estado Falcón a un cerro, a un río, a un centro poblado, y ahora con la nueva División Territorial, ese nombre también se le da al Municipio Jacura.

Jacura, es voz indígena de origen Arauco que significa “corral” (Vivanco, 1946). Existe también la versión de que es voz Arauco que quiere decir “lugar donde la gente está crecida” o “está madura”, lo que equivale a sensatez, prudencia o moderación. En cualquier caso no hay duda alguna de su procedencia Arauca (caquetío).

Según la versión folklórica el significado de Jacura proviene del siguiente acontecimiento: Una vez venía un campesino de su conuco y en un recodo del camino encontró al cura del pueblo en acto sexual con una burra. El campesino en su asombro sólo dijo ¡ajá cura!.

Origen del Municipio

Actualmente Jacura como Municipio constituye una de las unidades políticas primarias y autónomas que tiene el Estado Falcón. Está ubicada en la parte sur-oriental en la entidad mencionada y lo integra tres (3) Parroquias: Jacura, Agualinda y Araurima.

Estas Parroquias son categorías que engloban a lo que antes se conocía como Municipios Foráneos, Caseríos, Aldeas Rurales, etc. Estos centros poblacionales, independientemente de su tamaño o de su condición de rural o urbano, están adscritos a un Municipio.

La capital es la población de Jacura situada al noroeste del Cerro “Los Remedios”, según Vila M. A. (1961); con una temperatura promedio de 26º, una precipitación anual media de 900 mm. y una población urbana de 505 habitantes para 1941 y de 541 para el año 1950.

Se comunica con la capital del Estado Falcón (Coro) a través de la troncal cuatro (Morón – Coro), llegando a la población de Maicillal se toma la vía de aproximadamente 17 kilómetros la cual conduce al poblado de Jacura.

Hasta 1989 la porción geográfica que hoy se conoce como Municipio Jacura, pertenecía al Distrito Acosta, por lo tanto el Concejo Municipal estaba ubicado en San Juan de Los Cayos, siendo el Municipio Jacura representado por Pedro Rafael Martínez Quevedo, durante los períodos: 1969–1974 y 1974 a 1979, luego de 1984 a 1989. Es de resaltar que fue vicepresidente del Concejo en el lapso 1969 a 1984. Mauricio García fue Concejal Principal en el período 1979 a 1984 y ejerció la Presidencia entre 1983 y 1984. Por Agualinda fue Concejal Principal, Conrado Rafael Rodríguez (1979–1984) y Félix Hernández como Suplente para el período 1979 – 1984, quien se incorporó por seis meses.

Una vez creado el Municipio Jacura, su primer Alcalde (1990 – 1993) fue el Sr. Osnaldo Sánchez y como Concejales: Ana Cecilia de Muñoz, Wilfredo Rico, Antonio Rico, Isidoro matos y Julio Coronel. Para el período 1993 – 1996 la conformación es la siguiente: Alcalde, Dr. Wilfredo Rico; y como Concejales: Jorge Rafael Primera, Luis Francisco Colina, Julio Coronel, quienes fueron electos directamente por circuitos, y Ángel Coronel y Ana Cecilia de Muñoz, electos por cuociente electoral.

Para el período 1996 – 2000 es reelecto el Dr. Wilfredo Rico; y para el período actual (2000 – 2004), se desempeña como Alcalde el Sr. Ángel Valentín Coronel.

Límites

Los límites del Municipio son:

Norte, Municipio Píritu. Este, Municipio San Francisco y una franja del Municipio Cacique Manaure. Por el Sur con el Municipio Monseñor Iturriza y, por el Oeste, con los Municipio Unión y Petit.

Superficie

El Municipio Jacura tiene una superficie de 1.842 kilómetros cuadrados, de los cuales 1.055 kilómetros cuadrados le corresponden a la Parroquia Agua Linda y los 787 kilómetros cuadrados restantes son distribuidos entre Jacura y Araurima. En la Parroquia Araurima tenemos a los siguientes asentamientos campesinos afectados en un principio por el proceso de Reforma Agraria.

Ellos son: Las Colonias de Araurima con 3.200 hectáreas, Bachacal con 480 hectáreas y La Enea con una superficie de 1.200 hectáreas.

Linderos

Según la Ley de División Político Territorial del Estado Falcón, los linderos que le corresponden al Municipio Jacura son los siguientes:

Lindero Norte: Linda por el Norte con el Municipio Píritu desde la desembocadura de la quebrada Guarachama en el Río Hueque hasta la cima del Cerro la Ceiba.

Lindero Sur: Linda por el Sur con el Municipio Monseñor Iturriza. Se proyecta en línea recta y dirección suroeste hasta la desembocadura de la Quebrada el Mene en el Río Araurima, prosigue por dicho río aguas abajo hasta el punto ubicado al Norte de Palmarito y Sur de Lomas de Urucucu.

Lindero Este: Linda con el Municipio San Francisco, desde la cima del Cerro La Ceiba en línea recta y en dirección sureste hasta la desembocadura de la Quebrada de Piedra en el Río Caydí.

Lindero Oeste: Linda por el Sur con el Municipio Petit y con las Parroquias las Vegas del Tuy y El Charal del Municipio Unión.

Parroquia Jacura

Lindero Norte: Linda con las Parroquias Píritu y San José de la Costa del Municipio Píritu.

Lindero Este: Linda con el Municipio San Francisco y la Parroquia Araurima de este Municipio.

Lindero Sur: Linda por el Sur con la Parroquia Araurima de este Municipio.

Lindero Oeste: Linda con la Parroquia Agualinda de este Municipio.

Parroquia Jacura y sus Caseríos o Centros Poblados

Jacura como capital y los centros poblados: Buena Vista, Icuiza, El Juso, Maicillal de la Vaca, Origuaza, Pirichare, Píritu de Jacura, Maicillalito, Maicillal, Piritupano, Pueblo Nuevo, Cueparo, Quiragua, Rinconcito, San Nicolás, El Togogo, La Vaca, La Aurora, La Barraca, El Roble y Los Yerbales. A los 22 centros poblados que aparecen en la Gaceta que difunde la Ley de División Político Territorial, hay que agregarle los siguientes: San Antonio, Las Brisas, Mecocal, Toronal, El Cardoncito, Palo Quemado, San Felipe, Guamure, El Piojo, Camururía, Guamachito, Curaricito y Petare.

Lo que significa que las agrupaciones poblacionales llegan a 35 ubicándose la Parroquia Jacura con el mayor grado de densidad comparado con las Parroquias Agua Linda y Araurima.

Especificaciones de los Centros Poblados

Atendiendo a la variable (existencia de Comisario) al surgimiento de casas aisladas de reciente fundación y a la desaparición de algunos sitios; las 35 agrupaciones poblacionales de la Parroquia Jacura quedan reducidas a 15 sitios poblacionales, siendo la distribución la siguiente:

  1. Maicillal de La Costa, con su vecindario: Maicillal de la Vaca.
  2. Maicillal de Maporita o Maicillalito con sus vecindarios: Los Andes y Palo Quemado.
  3. Maicillal del Cube (desaparecido), queda una casa, luego fue La Piedra, también desaparecida.
  4. Chacachurria, hoy Pueblo Nuevo, con sus vecindarios: El Limón y Los Colorados.
  5. El Piojo, Hoy en día San Antonio, con sus vecindarios: Icuiza, Los Yerbales y San Felipe.
  6. Origuaza con sus vecindarios: San Nicolás y El Cerro de Origuaza, hoy en día desaparecido.
  7. Piritúpano y los vecindarios: Pichardo y Quiriquire.
  8. Cueparo, presentando los vecindarios: Las Brisas, La Loma, Mecocal, y Rinconcito. Los vecindarios mencionados pertenecían al caserío Cerro Antonio.
  9. Cerro Antonio: antes tenía 35 casas y actualmente hay dos casas.
  10. Píritu. Hoy día queda una casa con los vecindarios: Quiragua, Pele el Ojo, Las Clavellinas, La Burra y Pirichare.
  11. Cocuyito del cual quedan dos casas. Vecindarios: Buena Vista, Cardoncito, Toronal y La Cruz de Aroa.
  12. El Caydí del Chorro.
  13. Guamure, del cual quedan dos casas.
  14. La Vaca de Jacura, con su vecindario: La Loma de la Vaca.
  15. Camururía. Antes el vecindario La Luz.

Los vecindario de más reciente creación en la Parroquia Jacura son: Maicillal de la vaca, Guamachito, La Loma, Mecocal, Rinconcito, Los Colorados, Los Yerbales, Quiriquire, El Caydí, San Nicolás Cardoncito, Toronal, Las Clavellinas, Pirichare, Quiragua, la Cruz de Aroa, La Loma de la Vaca, La Alcantarilla, El Limón y El Togogo.

Ubicación Astronómica y Geográfica

De acuerdo a la situación astronómica, Jacura está ubicada al noroeste del Cerro “Los Remedios” con una temperatura promedio de 26º C., y una precipitación anual media de 900 mm.

Desde el punto de vista astronómico el poblado de Jacura se encuentra en las siguientes coordenadas: 11º 04´ 30” de Latitud Norte y 68º 50´ 56” de Longitud Oeste. Su altitud es de: 100 m.s.n.m.

Por su parte Jacura tiene una superficie de 300 kilómetros cuadrados aproximadamente. Según datos geográficos (cartografía regional).

Vegetación

Según Holdridge (1975), bioclimáticamente el Municipio se divide en dos grandes zonas: al Norte, partiendo de las estribaciones del Cerro Jacura (cota 180 m.s.n.m. o menos), el medio seco, representado por las zonas de vida transicionales entre el Bosque Muy Seco Tropical y la maleza desértica, correspondiéndose con la isoyeta de 3 a 6 meses húmedos. Al sur de esta línea, el medio sub-húmedo, con 6 a 9 meses de humedad, representa la zona de vida Bosque Seco Tropical.

Clima

Se registra un promedio anual de precipitación de 940 mm./año. Existen dos picos bien definidos a lo largo del año; el primero comprendido entre los meses mayo – agosto, y el segundo comprendido entre los meses octubre – diciembre. La evaporación es de 2 a 4 veces mayor que la precipitación. La temperatura media anual es de 26.6º C.; con una máxima de 27.6º C. y una mínima de 25.5º C.

Relieve

En cuanto al relieve Jacura posee formas de montañas altas, que suben y bajan, compuesta a su vez por una faja montañosa.

Hidrografía

La Parroquia Jacura no tiene grandes ríos permanentes, pero posee riachuelos, quebradas de agua viva y ciénagas de agua potable.

A la Parroquia Jacura la riegan los siguientes ríos locales llamados: Jacura, Píritu, Cueparo, Caydí y Pueblo Nuevo además de poseer un gran número de riachuelos y ojos de agua viva.

El agua proveniente de los ríos de la localidad, surte los acueductos existentes en los centros poblados de la Parroquia Jacura, sin ningún tipo de tratamiento.

Demografía

Según la Oficina Central de Estadística e Informática (OCEI), el municipio contaba con 10.352 habitantes, para el 21 de octubre de 1990, fecha en que se realizó el censo poblacional a nivel nacional. Dicha cifra fue incrementada a 10.370 habitantes, según la encuesta evaluativa avalada por la fuente mencionada. La proyección poblacional hasta 1995 se refleja a continuación: 1991, 10.446 habitantes; 1992, 10.564 habitantes; 1993, 10.661 habitantes; 1994, 10.751 habitantes; y para 1995 se estima una población de 10.833 habitantes.

Nótese que el crecimiento poblacional no es significativo y emana de la condición de un Estado emisor de población. En otras palabras la entidad federal Falcón está considerada como un Estado que no atrae población, por lo tanto el fenómeno de migración interna o externa es frecuente.

Vialidad

En el Municipio Jacura existen aproximadamente 1.187 kilómetros de vialidad que conectan a la capital con el resto de los caseríos ubicados en el entorno municipal. De esos 1.187 kilómetros de vías apenas 20 kilómetros están asfaltados. A pesar de la condición productora de ganado que por excelencia tiene Jacura, la gran mayoría de las vías de acceso a los centros de producción, se encuentran en pésimas condiciones. Hasta en rústicos es difícil entrar y en invierno esta condición empeora y las consecuencias se visualizan a la pérdida de los productos agrarios.

Los tramos comunicacionales principales son: de la troncal Morón – Coro a la población de Jacura. De Jacura a Agualinda hasta llegar a La Taza (Municipio Unión). De Jacura a Cogollal y el resto son caminos vecinales a trochas propiamente dicho. Por lo intrincado de las vías, la mayoría de las cuales son de tierra hay que movilizarse en bestias debido al pésimo estado de la vialidad. Cuando llueve, hay que esperar que pase el efecto causado por el invierno. De otra manera, será imposible sacar la carne, la leche, el queso y otros productos que se dan en Jacura. Esta situación en donde las vías se vuelven intransitables hasta las fincas, se presenta de diciembre a marzo. Generalmente se pierden aguacates, maíz y caraotas. Habrá que esperar hasta abril para sacar la producción, si se mantiene en buen estado. El queso lo transportan en bestias hasta donde será más transitable y es una penuria sacar los 20.000 kilos de queso ó 70.000 litros de leche semanales provenientes del municipio.

Anteriormente se utilizaban los arreos de burros y mulas hasta los años 40, que llegó el primer carro, se llamaba “El Luchador” y su dueño era el señor Rómulo Alvarado, seguidamente comenzaron a llegar otros vehículos, las vías eran caminos de tierra, trochas y veredas.

Potencial Turístico

El Municipio Jacura está bordeado de una extensa vegetación boscosa que los convierte en cuna de importantes yacimientos acuíferos, existiendo aproximadamente veinte nacimientos de agua.

Aquí encontramos las cuevas de piedras, el nacimiento de Jacura, el río Caidy y el pozo azul ubicado en la hacienda El Cube. La Iglesia de Jacura, la cual muestra su estructura colonial. Además la sabana de Mumuche está llena de distintas especies animales como: el chigüire, el báquiro, el venado, la lapa, etc. El Municipio Jacura cuenta con diferentes comunidades las cuales tienen gente honesta y trabajadora matizada de la cortesía humana del provinciano. De ahí los lemas: “Jacura un regalo de la naturaleza para Falcón” y “Jacura, tierra del calor humano”.

CAPÍTULO III

ASPECTOS SOCIALES

El Municipio Jacura abarca una zona relativamente extensa en sentido topográfico, ecológico y humano. El municipio se destaca por lo que supone un aumento de las probabilidades para la realización de movimientos internos dentro del propio municipio.

Es indudable que el sentido de colonización y procesos migratorios en Venezuela presentan dificultades por la escasez o ausencia de fuentes de información. Los censos de población no aportan mucho al análisis al limitarse a presentar una información demográfica muy breve y muy general, que no permite revelar el intenso movimiento interno, ni mucho menos establecer el grado de movilidad de la población de una localidad a otra, de una región a otra.

Los movimientos migratorios en su mayoría por causa de orden económico, en la búsqueda de una vida mejor, aun cuando otros motivos explican el fenómeno, sean de orden social, político, religioso, cultural o educativo. En nuestro país, éstos han jugado un papel de menor importancia en comparación con el primero.

En el caso de los primeros pobladores del municipio que, según algunos observadores, emigraron de Municipio Zamora, preferentemente de Píritu y Cumarebo, conducidos por la presión económica y se asentaron desde Maicillal hasta Jacura en la búsqueda de tierras vírgenes y fértiles que pudieran explotar en su trabajo de agricultura. Así mismo, el caso típico de los pobladores de Agualinda que según, fueron los pobladores de la entonces comunidad de Carorita, que desaparece dadas las condiciones deprimentes de sus suelos, con zona árida ubicada en la sabana, que obligó a sus moradores a trasladarse hasta la montaña en búsqueda de mejores tierras y agua. Es un caso típico de colonización espontánea.

No sin razón, se señalan las condiciones económicas que existen en el campo como responsables del abandono de sus hogares por parte de sus habitantes; este es el caso también de las comunidades de Cerro Antonio, Palo Quemado, Guamure, La Piedra y Quiragua, entre otras; donde en la mayoría no había vías de penetración ni fuentes de trabajo. Cabe destacar el caso típico de la comunidad de Quiragua, dado que la mayoría de sus pobladores eligieron su domicilio en un determinado barrio de Morón: Barrio Quiraguita.

Ahora bien, esta presión no produce un cambio de ocupación cuando se produce dentro de la misma área, por ejemplo, de Carorita a Agualinda o los mismos de las Colonias de Araurima. Pero sí cuando se emigra al área urbana, como es el caso de los habitantes de Quiragua de Morón.

También vamos a encontrar casos de colonización dirigida como las Colonias de Araurima donde sus habitantes son beneficiados de la Reforma Agraria a través de los asentamientos campesinos, y Nueva Jacura o San Miguel, reubicados los damnificados por el deslizamiento en Jacura.

Jacura no escapa a las transformaciones de sus valores, ya que está abierta a las influencias externas y las “transferencias” de ideas, se han intensificado en sus aspiraciones actuales. Muchos fenómenos sociales observados en Jacura reflejan la movilidad social de la sociedad contemporánea. Una movilidad vertical, superarse en el sentido ocupacional expresado e el cambio de ocupación que se viene observando en la Parroquia Agualinda donde la tendencia hacia la ganadería es un hecho.

También es observable esta tendencia en el abandono de las actividades artesanales y manuales y hasta en actividades agrícolas por actividades de comercio y obrero, pero no en obreros agrícolas que escasean en la zona, y la movilidad horizontal, expresada en el cambio del conuco, la parcela o la hacienda hacia el caserío y no al revés.

En el Municipio Jacura encontramos cuatro (4) centros o puntos de referencia que ofrecen un incentivo ocupacional a los lugareños: Jacura, Agualinda, Maicillal y Araurima.

Características Sociales

Indagar sobre la procedencia de los primeros habitantes (colonos) del municipio es un dato invalorable para conocer las características sociales y culturales de la población. Sin embargo una indagación sobre contemporánea de la región nos muestra algunos rasgos que permiten elaborar una primera aproximación de lo que es “el jacureño típico”, estos rasgos son:

Sus lugares de residencia: La población del municipio está concentrada en pequeños pueblos rurales o caseríos de viviendas dispersas. Siendo los principales caseríos: Jacura, Maicillal, Agualinda y Araurima.

Su ocupación: Geográfica y ocupacionalmente el municipio se divide en dos sectores importantes: por un lado, las actividades de ganadería como rasgos sobresalientes en las parroquias de Jacura y Araurima, sin que por ello desaparezcan las actividades agrícolas; y por el otro lado, las actividades agrícolas como rasgo sobresaliente en la Parroquia Agualinda, a pesar de la fuerte tendencia hacia la ganadería.

Su nivel tecnológico: A nivel de ganadería éste se caracteriza por su extensiva de doble propósito (carne y leche) utilizando todavía procedimientos arcaicos o manuales.

A nivel agrícola, la característica es el conuco, agricultura básicamente para la subsistencia, utilizando también procedimientos ancestrales.

Sus tradiciones: A pesar de la desaparición de muchas de sus tradiciones, la población de ancianos todavía siguen siendo supersticiosa y sus creencias en la cosmogonía de la vida los hace mantener viva esa relación de interdependencia con la naturaleza: las cabañuelas, el paso de la luna, etc.

Su nivel educativo: En relación al nivel educativo, el Municipio Jacura, presenta una tasa de analfabetismo de un 25,4%, la más alta de todos los municipio del estado.

Su nivel religioso: La población del municipio se caracteriza por ser muy creyente, especialmente de su santo patrono “San Miguel”, herencia cultural hispánica. Sin embargo, en los últimos años ha habido repunte de la religiosidad evangélica.

Sus valores: Los valores tanto morales como culturales son de arraigo ancestral, caracterizadas por la conservación de sus relaciones, costumbres y tradiciones que perpetúan la imagen del hombre jacureño. Los miembros de las familias, ganaderos o agricultores poseen un fondo de tradiciones y experiencias comunes que no es compartido o no lo es plenamente, por otras familias de la misma localidad.

En comparación con los habitantes de la ciudad, se ha considerado que la población de las comunidades rurales es más homogénea en sus rasgos sociales. En el ámbito geográfico del municipio, desde el punto de vista del lenguaje encontramos un tono muy fuerte de provocación, como arrastrando las palabras, en cambio, la gente de Origuaza y Camuruía tiene un tomo más suave y tranquilo. En la población de Jacura se observa, un tono altanero con un trato que raya en lo aristocrático (recuérdese que antiguamente Jacura fue un centro de poder económico), al igual que la zona de Cueparo. En cambio la gente de la montaña de Agualinda tiene otro tono de hablar.

A grandes rasgos podríamos sintetizar características muy particulares presentes en los pobladores de Agualinda con un trato cordial, amistoso, hasta alegre y de Camururía con un arraigo religioso y de respeto, que por cierto se está perdiendo.

En la llamada época de florecimiento, se calcula durante los gobiernos dictatoriales de Gómez hasta Pérez Jiménez, Jacura era el centro comercial de todo el antiguo Distrito Acosta. Gente de todo el municipio acudían a Jacura a satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, vestido, telégrafos, centros mayoristas, lo cual convertía a Jacura en un gran foco de concentración poblacional. Hoy en día este foco central donde lo miembros se reúnen frecuentemente se percibe en los alrededores de la iglesia y muy especialmente en la celebración de las fiestas patronales de San Miguel. Este es el elemento de cohesión de los pueblos del municipio, celebración que se realiza entre el 28 y 30 de septiembre.

En Jacura existe una concepción diferente en cuanto a la ideología de la construcción, la típica casa de adobe y bahareque con techo de tabla o teja han sido modificadas con las influencias externas por las estructuras de bloques, zinc y asbesto quedando reservadas las primeras para las personas de menores recursos. No se observa como en otras regiones, un tipo de vivienda característico del lugar, sólo una casa de bahareque con techo de madera a la salida de Jacura, vía Agualinda, y una casa de dos pisos cuya importante construcción hace las veces de símbolo arquitectónico de la casa jacureña (sitio ideal para el futuro museo de Jacura).

La familia jacureña: Al igual que aquellas comunidades rurales que entran en contacto con otras culturas, en Jacura las características que en el pasado definían a la familia han ido desapareciendo. Hoy, son muy pocas las familias conservadoras, el mismo carácter particular que durante largos años caracterizó estas sociedades también han ido desapareciendo. Pero no podemos generalizar, si bien en la capital del municipio y en los caseríos cercanos a la carretera nacional, estos elementos se pueden observar, todavía en otros más lejanos y dispersos estas características aun se mantienen.

Sin embargo, existen algunos rasgos bien diferenciados, estos son: para la gente del medio rural era un orgullo expresar que tenía muchos hijos, el respeto al hermano mayor y hasta se le pedía la bendición; el respeto y el derecho que tenía el padrino: no existe esa abnegación del ahijado hacia su padrino; en general, ya no se observan esos patrones o normas de conductas muy arraigados en los grupos familiares.

CAPÍTULO IV

RASGOS DEL FOLKLORE ANÍMICO – SOCIAL

La definición es tomada de folklorólogo, Luis Arturo Domínguez, de su libro Folklore en Venezuela (1992), pág. 131, y se refiere al siguiente enfoque:

Los fenómenos del saber del pueblo que denominamos en nuestra clasificación dualista Folklore Anímico – Social, comprende todo lo que tiene que ver con la vida de relación entre las personas y que, de la misma manera, engloba los productos del espíritu y de la mente, como acontece con el habla local y regional, las deformaciones de vocablos, nombres afectivos, apodos o sobrenombres, jerga, refranes, dichos, piropos, frases por hacer, frases hechas y modismos; sistema familiar, función de la familia, relaciones personales, uso y costumbre, fiestas, ceremonias y ritos, bailes y danzas, pasatiempos, juegos de niños y de adultos; trabalenguas, retahílas, adivinanzas, echaduras o ponedura de agua, bodas; casos, cuentos, leyendas, fábulas, chistes, historietas, mitos, teatro o dramas folklóricos; coplas, corridos, décimas, romances, seguidillas; brujerías, creencias, curanderismo, supersticiones… (sic).

Se ha tomado el punto de vista de Domínguez, L. A.; por conjugar la clasificación tradicional del folklore social y folklore espiritual, adaptándose por lo tanto al enfoque sistémico actual, aplicado por el equipo de Investigación/Desarrollo en el Municipio Jacura.

Se describirán solamente los rasgos relacionados con: leyenda, tradiciones, costumbres, décimas, fiestas y ceremonias, apodos, adivinanzas, nombres afectivos, refranes, frases, visión poética de Jacura, juegos de niños y creencias.

Seretones en Jacura

Hace mucho tiempo, la gente de Jacura era temosa de los brujos y creían mucho en los seretones. Los seretones eran gente que practicaban la brujería, salían a molestar a la gente que no querían, o simplemente vigilar a la mujer amada. Muchos de los jacureños sufrieron en carne propia estas visitas indeseables, ya que los seretones no dejaban ni a sol ni a sombra a sus victimas. Dicen que en el momento en que la persona (objeto de su odio), se iba a sentar a comer, le quitaba la silla para que se cayera, o le dejaba caer un puñado de tierra en la comida, le jalaba el cabello, le tiraban piedras. Cuentan que si la persona afectada se iba a bañar, le escondían la ropa o se la ensuciaban. Cuando iba a dormir, no era extraño que se encontrara con una soberana plasta de m… en la cama, y si lograban acostarse no podían dormir debido a los ruidos producidos por el seretón.

Si era un seretón enamorado, la dama dueña de su amor era asediada de la siguiente manera: Si iba a moler al momento de un descuido, ya el seretón había quebrado el maíz; si ya ésta había molido, le echaba la arepa y la cuajaba en el budare. Si por casualidad había dos fogones en la casa, simplemente el de la adorada siempre estaba atizado y con bastante leña, y el otro apagado porque le quitaba la leña. Estos famosos seretones no se veían y para agarrarlos o correrlos había que buscar a alguien que entendiera de estos menesteres; éste señor se escondía en la casa y esperaba la llegada del seretón, esperaba que entrara en el cuarto y procedía a rezar una oración que daba como resultado que el seretón jamás regresara.

La Serpiente Guardiana

Cuenta la gente vieja que en el Cerro de Jacura llamado La Mira, hace mucho tiempo apareció una mujer muy hermosa, de cabellos como el oro, ojos como el cielo y los labios del color del semeruco maduro. Esta señora blanca como la neblina que baja de la montaña, poseía en la cima de La Mira, una mina de oro de la cual extraía el mineral precioso para hacer sus adornos.

Los indígenas que habitaban, estas tierras, cada vez que llovía, salían a recorrer las laderas de la montaña para recoger los pedazos de oro que el agua había arrastrado. Los indígenas sentían respeto por esta señora y no se atrevían a subir, y menos a explotar; porque según se decía, serían encantados.

Llegó un día en que un joven no pudiendo dominar la curiosidad, inició el ascenso a la montaña, descubriendo a su paso flores tan bellas que nunca había visto y pájaros de hermosos plumajes y cantos melodiosos que lo embelesaban; dándose cuenta el joven que el tiempo pasaba, se apresuro para llegar antes que se ocultase el sol.

No transcurrió mucho tiempo cuando se dio cuenta que había llegado al final de su viaje. Pero no veía la famosa mina por ningún lado. Así comenzó la búsqueda y caminó y caminó pero no lograba localizarla. Cansado se sentó en una piedra a descansar quedándose dormido.

En el sopor producido por el calor y el sueño vio la imagen de la mujer más hermosa que había visto en su vida y cuyos rasgos correspondían a la descripción transmitida por sus antepasados.

La mujer caminaba como si estuviese en el aire y venía vestida con un traje dorado, en el cuello traía un enorme collar con cuentas de oro y sus pies diminutos estaban calzados con finas sandalias de oro, sonriendo se le acerco al indígena y le dijo “Has hecho caso omiso a los consejos de tus mayores, eres un joven hermoso, fuerte y valiente; voy a cumplir con tus deseos, verás la mina, pero regresarás nada más que a contar esto y luego vendrás para ser el guardián de mis tesoros, despierta y anda a despedirte de los tuyos”. El joven despertó poco a poco e inició el regreso al pueblo, donde consigue a sus familiares y amigos que lo andaban buscando. Los reunió y les contó todo, se despidió y salió corriendo hacia la montaña de donde jamás regresó.

Cuentan los que han logrado llegar a la cima de la montaña, que el joven fue convertido en una enorme serpiente que tiene su cabeza en la entrada de la mina y su cuerpo atraviesa el pueblo de Jacura, llegando la cola hasta la sabana de Mumuche. El que consiga la mina, será devorado por la serpiente, y si ésta se mueve mucho producirá temblores en el pueblo y hará caer las casas para castigo y ejemplo de sus pobladores. Quizás el hundimiento de la montaña, ocurrida en el año 1989 sea una alerta dada por la serpiente.

El Rapto de una Joven (Duendes):

Cuenta la leyenda que una vez a una familia rica de Jacura se le perdió una señorita, de las tres que tenían. Según se dice, la familia hizo un viaje a las playas de la Vela de Coro, y en el trayecto un Duende capturó a una de las jovencitas. A pesar de la intensa búsqueda, la familia no localizó a la joven raptada, viviendo por lo tanto, momentos de llantos y horas desagradables.

El Duende se llevó a la jovencita al Cerro Jacura y ahí la hizo su mujer, quedando la mujer encinta, pariendo un Duendecito. Dice el cuento, que el Duende le lamía los piececitos a la joven para que no huyese del escondite. Cada vez que el Duende lamía a la joven se le iban poniendo delgados hasta el punto que ésta no pudo más caminar. Así pasarían los años y una vez pasó un cazador cerca de la cima del Cerro Jacura, y se fijó bien en unos trapitos que estaban cerca de una ventanita (cueva) del cerro jacurense. Tras varios minutos de meditación, el joven pensó que ahí vivía un Duende, y después de cerciorarse que éste no estaba en casa, hizo un disparo hacia el lugar indicado. La muchacha cuando vio al cazador le dijo “Párese ahí, yo soy la hija de fulano de tal. Dígale a mis padres que estoy viva, que me busquen. Aquí me tiene raptada un Duende, y para colmo de mis males no puedo caminar por mi cuenta”. El señor le dijo, que bajase poco a poco que él la iba a conducir hasta la casa de sus padres. Después de vencer varios obstáculos, la llevó primeramente a la casa de la madre del cazador, le echó el cuento a su mamá, brindándole ésta todo tipo de protección, luego la vistió y aconsejó a la joven, para que resistiese los llamados del Duende en caso de haberse iniciado una persecución.

En efecto, el Duende ya estaba persiguiendo la pareja y llegó a la casa del cazador, llamó repetidamente a la muchacha y como vio que no obtuvo respuesta alguna, sacudió al duendecillo contra un árbol muriéndose en el acto y regresó a su escondite.

El cazador llegó a la casa de los progenitores de la joven y echó la historia completita. De ahí en adelante todo fue alegría y a pesar de la pérdida de juventud de la agraviada, de su incapacidad para caminar; poco a poco se fue recuperando y con el tiempo, la situación de rapto figuraba como un sueño lejano como vestigios de pesadillas momentáneas. Ese relato me lo echó mi madre y así mismo se los conté.

Aparición de San Miguel Arcángel

Corría la década de 1790, fecha de alzamiento de negros, sin embargo, la población jacureña disfrutaba de paz y tranquilidad en su pequeño valle, de repente llegan noticias que ponen en estado de angustia a los moradores del lugar. El gobierno andaba visitando todos los pueblos ubicados en la Sierra falconiana y pronto llegaría a Jacura; la gente teme, ya que son muy pocos y no poseen pertrechos de guerra para su defensa.

Solamente les quedaba esperar la voluntad del Señor, sobrecogidos y temerosos se dirigen al encuentro del ejército; al llegar al paso de La Cal miran con horror que el ejército que viene hacia ellos es inmensamente superior. Mientras tanto, la gente que viene a atacarlos luce confiados porque saben de la ventaja numérica que tienen sobre los jacureños, siguen avanzando y de repente se paran asombrados y no quieren creer lo que ven.

Allá adelante en perfecta formación se encuentra el ejército más equipado y numeroso que sus ojos hayan visto, y al frente de este ejército se encontraba un militar, con altas botas, uniforme de plata y una espada en su mano que brilla a la luz del sol y los hace parpadear. Los atacantes se paralizan de miedo y su jefe ordena la retirada. La gente de Jacura observa todo, peor no se explica porqué un enemigo tan poderoso huye y agarrando fuerza de flaquezas corren en pos del enemigo, pero al llegar al sitio donde estaba el ejército ven asombrados una estatua y se acercan para ver por primera vez a “San Miguel Arcángel” patrón de Jacura, y con lágrimas en los ojos se postran ante esta imagen y lo llevan en procesión hasta el pueblo donde le rinden honores y le construyen su iglesia.

Semana Santa

Se acostumbraban las diversiones sanas, por ejemplo, entre los jóvenes y niños, la diversión consistía en volar papagayos, jugar trompos y metras. Las niñas y jovencitas se entretenían con la zaranda y el juego de los colores. La zaranda se hacía del fruto del taparo, se le anexaba una pata de madera y la bailaban con una paleta y cordel. La paleta se hacía de madera con un hueco en el centro para meter la pata de la zaranda, a la que previamente se le enrollaba un cordel, luego se tiraba de el y así se hacía bailar la zaranda.

El juego de los colores se hacía seleccionando granos de caraota de colores, los hombres jugaban bolón y algunos juegos de cartas. Se prohibía tomar bebidas alcohólicas, cortar con machete, tocar instrumentos musicales, bailar, bañarse en el río, pozos, etc., porque se tenía la creencia de que quien lo realizaba se convertía en pez. También se prohibía comer carnes rojas. Solo se consumía pescado y vegetales, no faltaba en la cocina los dulces de lechosa, de batata (malarzabia), los buñuelos hechos de yuca, manteca y queso endulzados con melao de papelón, jengibre y malojillo.

Sólo el sábado santo, después de las ocho de la mañana, cuando se repicaba gloria, era cuando se permitía el sacrificio de animales, hacer fiestas y disparar al aire. Había la creencia de que ese día era el apropiado para “el destape”, esto quiere decir que no se erraría un disparo, porque el errar era estar tapado.

Una ves finalizadas las vivencias matizadas en algunos rasgos del folclor anímico – social emanadas de nuestro informante clave, Ramón Bartolo González, se describirán las impresiones del informante clave Pedro Rafael Martínez (Fay Martínez).

Pinceladas Costumbristas

En Jacura no se jugaba carnaval como lo hacen ahora, algunos esperaban el miércoles de ceniza para jugar con almidón de yuca y polvos de papeleta, n utilizaban agua ni sustancias nocivas. Durante la semana santa no se trabajaba, ni se consumían carnes rojas; los hombres jugaban bolos (hoy bolón), trompos y volantín (papagayo), las mujeres jugaban zaranda hechas con taparas pequeñas; colores con granos de cereales (pira) de diferentes colores. Una costumbre muy arraigada, era la elaboración de dulces para gradar al visitante.

Antes no se explotaba la ganadería, la gente vivía de la agricultura. Se sembraba maíz y tabaco, cuyas cosechas eran llevadas a Cumarebo en burros y mulas porque no existían vehículos. Algunos agricultores llevaban sus cosechas a las costas de Agüide, donde los compradores los embarcaban rumbo a las Antillas. Para el consumo local sembraban tapiramas, quinchonchos, frijoles, yucas, batatas y cambures.

En el Municipio Jacura se cultivaban la caña de azúcar, de la cual sacaban jugo y fabricaban la famosa panela. Es de recordar los sitios de trapiches o moliendas tales como: Pichardo, La Chuquera, Cerro Antonio, Maicillalito, Píritu, Guamure, Camururía, El Banqueado, Cocuyito y anteriormente en Jacura y Guaidima. La panela que producían era para el consumo local ya que para esa fecha no se vendía azúcar. Hay que destacar que el remanente de panela la vendía en Cumarebo.

Algunas personas tenían lo que se llamaba “vaca de patio”, la cual pastoreaban con mecates fabricados de sibucara (un árbol que produce la materia prima), el cual era utilizado para ensartar el tabaco para su debido secamiento. Algunos agricultores cuando ya tenían cinco o seis animales Leo soltaban a las sabanas de Petare, Mumuche, la Mónica y Rodeito, a veces los propietarios los revisaban de vez en cuando, ya que para esa época no existían ladrones, al menos en el Municipio Jacura.

Se acostumbraba mucho a criar y engordar marranos con maíz, yuca y caña de azúcar, los cuales beneficiaban y la carne la repartían en raciones a los familiares y vecinos. La manteca del marrano la vendían en Paraguaná, Cumarebo y Puerto Cabello (vía marítima por Agüide). A veces los marranos (cochinos o puercos) engordaban tanto que no se podían mover de un sitio a otro, dándole la comida y el agua en el hocico (boca). Cuando el marrano estaba muy gordo producía de cinco a siete latas de manteca y cada lata contenía 18 litros de manteca.

Décima

Consiste en una estrofa de diez versos y es una de las formas poéticas preferidas por el pueblo. Se le denomina también espinela por habérsele atribuido su creación a Vicente Espinela en el siglo XVI. Ramón y Riera, L. F. (1977) dice que “la décima tiene características de diferentes piezas: del golpe, de la gaita, del corrido, del tono larense… su carácter puede ser profano o religioso… a veces por sus textos entra también dentro del género narrativo y se identifica con el romance…” (Pág. 205).

Pedro Rafael Martínez Quevedo, dice que la Décima es una composición de diez (10) versos octosílabos que acumulados por estrofas suman cuarenta (40) en total. Dice que la práctica de la décima tiene proveniencia española y el proceso de transculturización permitió su arraigo popular, es decir, es una manifestación que de generación en generación se ha manifestado en forma oral.

Aquí en el Municipio Jacura sin ser letrados ni literatos, componemos estas maravillosas demostraciones del saber folklórico y/o popular. Usted encontrará en Jacura, décimas de cinco, siete, ocho, diez, once y hasta doce versos por estrofa; también existen décimas que comienzan con una o dos cuartetas como especie de introducción a la estrofa literal no musical.

Ahora bien, el hablar de diez versos por estrofa en el Municipio Jacura, no es más que un tecnicismo, una simple teoría formal, ya que muchos caseríos de la región manejan simplemente cuartetas y luego las identifican como décimas.

Esa es la cotidianidad vivida en el Municipio Jacura, donde el compositor a veces se aleja de la estructura poética de diez (10) versos octosílabos, donde debe rimar el primero con el cuarto y el quinto, el segundo con el tercero, el sexto con el séptimo y el octavo con el noveno y con el décimo; bien sea en forma consonante o asonante. Por lo tanto, la fórmula cadenciosa numérica es la siguiente: 1 – 4 – 5, 2 – 3; 6 – 7, 8 – 9 – 10.

Este aspecto cadencioso y sonoro es uno de los elementos que le debemos su adaptabilidad al canto popular. Así tenemos que en América Latina la Décima es asimilada en el siglo XVII y los primeros intentos de penetración hacia el occidente venezolano, se iniciaron desde Coro, para ese entonces capital de la Provincia de Venezuela.

Fiestas y Ceremonias

Todas están vinculadas al culto o devoción y se celebran según el calendario eclesiástico. El caso específico de San Miguel, es un santo canonizado por la iglesia católica.

La Fiesta de San Miguel

Se celebra el 29 de septiembre. En el presente la fiesta ha perdido tipicidad. Es expresión de la herencia cultural hispánica. Actualmente, el pueblo jacureño en el mes de septiembre acostumbra celebrar las Fiestas de Jacura, organizadas por la Asociación de Ganaderos (ASOGAJA). Además las Ferias Agropecuarias y Artesanales se realizan unos días antes de las fiestas patronales, donde se inicia con un repique el proceso de las ferias, se exhiben muestras agrícolas y artesanales, hay recepción de animales, desfile y cabalgata, concurso de ordeño y toros coleados.

La Fiesta de la Santa Cruz

Se venera el 3 de mayo, durante su celebración se realizan velorios en la localidad de La Vaca de Jacura y en los que intervienen diferentes cantores (cantos polifónicos).

La Fiesta de los Locos

La Fiesta de los Locos o Día de los Inocentes (28 de diciembre), actualmente no se celebra, pero en el pasado logró esplendores incalculables. Durante su celebración el jefe de los locos asumía el mando del pueblo, se caracterizaba porque los hombres vestidos de mujer, con ciertos personajes especiales, máscaras, etc. Se disfrazaban y bailaban, nombraban un estado mayor y la presidenta, que, siempre era una señora mayor se hacía respetar. Multaban a todo el que se encontraban en la calle, y los fondos obtenidos eran para la fiesta en la noche. Llegaron a jugarse con orden hasta la década del 50.

Poesía

La tradición literaria es oral y se caracteriza por ser semi-improvisada. Las formas estróficas más usadas son: el romance, el estribillo y las salves dedicadas a la cruz de mayo. Los versificadores son también cantores que se hacen acompañar con un quinto, cinco y medio, furro o pandero, maracas y charrascas. Son característicos de estos cantos, largos ayes candenciales, que inicia y conduce una voz central denominada “alante” o “guía”.

Estribillo

Se conocía como estribillo a una “canta” que hacía en forma de contrapunteo entre dos o tres coros. Cada coro se componía de dos personas: uno que componía los versos y otro que le hacía a dúo, que se llamaba “tercia”. El estribillo se cantaba después del romance.

Romance

Especie de canto “aprendido” y otras veces era improvisado, compuesto por tres versos, algunos de cuatro, seis y hasta de ocho palabras o líneas que rimaran. Algunos amparados en voz clara le daban un tono inalcanzable al contrario, el cual, al no hacer se decía que “lo habían amarrado” llegándose al extremo de irse a las manos por esta razón. El romance está inspirado en un santo o al niño Jesús; en estos versos se le conocía como “lo divino” y al contrario, cuando no se cantaba a los santos se le conocía como “lo humano”. El romance se cantaba generalmente en el mes de diciembre en los altares (velorios), al niño Jesús.

Salve

La salve es una composición inspirada en algún santo, a la cruz y al niño Jesús, de cuatro, seis hasta diez versos. La salve se canta a dúo con una entonación y música diferente al romance (en el romance se le “sienta” la muñeca a la guitarra y se busca la entonación). También se cantaba en los altares que se hacían para pagar alguna promesa al niño Jesús, a la cruz o a cualquier santo. Como instrumentos musicales usaban un cinco (guitarra de cinco cuerdas), una charrasca (güiro), maracas y pandero, a veces una tambora pequeña.

La salve se canta cuando sacan al niño por las comunidades el primero de diciembre y van de casa en casa; los dueños le dan su colaboración. Lo que observamos en la comunidad de la Vaca de Jacura, una salve de despedida con ritmo corrido, solistas y coro (lamentos) acompañados por un conjunto de sus músicos.

En el velorio de la cruz se inicia con la salve, le sigue el romance y continúa luego con el estribillo. Estas comunidades se han ido acabando, llegaron normales hasta la década del 70, ahora apenas unas pocas veces se usa. Los mayores que tenían esa devoción han muerto y los jóvenes están con lo moderno.

Los Juegos de los Niños

Los niños jugaban con juguetes fabricados por ellos mismos, por algún amigo, hermano mayor o por los padres. Los juegos tradicionales eran el trompo, el volantín, metras (que al comienzo eran de semillas de parapara lavada), el lobo, el escondido y época de semana santa hasta los hombres jugaban trompos y volantín utilizando como cuerdas cabuyas elaboradas con sisal o cocuiza, elaborados por ellos mismos. La zaranda bailaba con una paleta de madera, estaban elaboradas con taparas pequeñas y patas de madera, la jugaban mucho en semana santa las mujeres, llegándose hasta hacer competencias entre caseríos. De esta manera se jugó hasta los años 40, luego siguió la costumbre, pero cada vez perdiendo vigencia hasta no existir para la fecha.

Creencias

Anteriormente en Jacura se creía mucho en el paso de luna, se sembraba y descosechaba en menguante porque según duraba más el fruto sin dañarse; se deforestaba en menguante para que la madera no se pudriese.

Llovía normalmente en lo que llamaban primavera en el mes de mayo. En octubre, era le fecha en que los agricultores estaban preparados con terrenos limpios para la siembra. El tabaco lo sembraban en diciembre y enero. La mayoría de la gente de Jacura tenía sus burros, cabras, gallinas, caballos y los más perezosos sus mulas de sillas, que se usaban para pasear o hacer diligencias, así como vacas de patio para usar la leche en consumo de la casa.

Anteriormente los compadres se respetaban mucho, era algo sagrado, un familiar más. Se buscaban como compadres las personas que uno más estimaba y respetaba, sin importar su posición. El ahijado se enseñaba desde pequeño a respetar el padrino o madrina, al punto que éstos podían corregirle cualquier falla, hasta castigarlos.

Las relaciones sociales en Jacura se caracterizaban porque en los días de fiesta y en domingo, la mayoría tenía la costumbre de hacer visitas o intercambiar visitas entre familias, compadres y amigos. A la visita se le atendía muy cordialmente con comida, café y toda clase de atención, algunos le reglaban al visitante gallinas, huevos, pollos, etc.

La gente de Jacura sigue siendo muy atenta con el visitante extraño, siempre se presta atención y cordialidad, aunque apático a las reuniones, pero hay que incentivarlos para que participen.

Las costumbres en la comida siempre han sido variables, no en general, pero la mayoría acostumbraban a desayunar, almorzar y cenar no a una hora fija; algunos, muy pocos, eran los que se reunían para hacer la comida en una sola mesa y a una hora todos. La mayoría come a la hora que llega a casa.

Anteriormente el nacimiento de un hijo además de alegría se convertía en un susto y carrera para la familia, ya que los partos los atendía una comadrona sin estudios, formada por sí sola, utilizaba una pieza abrigada para librarse del aire. Entre las comadronas más famosas podemos nombrar a: Gregoria Morales (mamá Goya), Leonor Gómez y Domitila Rodríguez.

Algunas personas pedían al niño antes de nacer para ser padrinos. Siempre se escogía un día de fiesta, sábado santo, día de la cruz, día de reyes, etc., para ponerle agua con dos padrinos, hombre y mujer, mayores. La ceremonia estaba constituida por uno que hacía de cura rociándole el agua y dirigiendo el rezo, uno que sostenía el plato con la vela que se usaba y en algunos casos algunos sostenían el niño por un pie y también se convertía en padrino. Se celebraba con comida, brindis y baile, estado reservado para las mujeres y muchachos el vino, anís y los caramelos y la bebida fuerte o ron para los hombres.

El auténtico bautizo se celebraba cada año los días 28, 29 y 30 de septiembre, que era la fecha de visitas del cura a Jacura, para las fiestas patronales. Se acostumbraba pedirles la bendición al hermano mayor y a los familiares mayores.

En caso del deceso de un miembro del pueblo, los vecinos colaboraban y el carpintero del lugar hacía una urna de madera, la cual se forraba atendiendo la edad del difunto. Si era mayor se forraba con tela negra o pintaban con carbón molido y si era niño, se forraba con papel blanco. No se cobraba por los servicios fúnebres. Se rezaba el novenario igual que ahora, pero con un rezo diferente que se llamaba rosario de ánimas con otras oraciones (las casitas) y letanías. Había mucho orden en los rezos y todos los familiares se vestían de negro. Las mujeres y los hombres se ponían un luto, es decir, una franja negra en el brazo (en la manga de la camisa o paltó). Los niños le tenían mucho miedo a los muertos, en los entierros no se veían muchachos como ahora.

Por tiempo venía el Obispo a confirmar, al punto que a veces se confirmaba una persona de 20, 25, 30 y hasta más edad.

Esta información fue suministrada por Pedro Rafael Martínez. Dirección de habitación: Finca “El Milagro”, Cerro Antonio, Municipio Jacura, Estado Falcón.

CAPÍTULO V

ECONOMÍA Y COMERCIALIZACIÓN

La economía del naciente Municipio Jacura se sustenta principalmente en las actividades del sector agrícola, minero, construcción y servicios básicos. No se tiene cifras de la fuerza de trabajo, pero la gran mayoría está incorporada a la actividad económica del sector agrícola.

Actividades del Sector Primario

Las actividades de este sector consisten en la obtención de bienes directamente de la naturaleza, por eso también se les llama actividades extractivas. En el Municipio Jacura se desarrollan principalmente las actividades agrícolas, tanto las del sub-sector vegetal, como las del sub-sector animal y las actividades mineras.

Sub-sector Agrícola Animal

La tradición ganadera del Municipio Jacura, al igual que los demás municipios ganaderos del Estado Falcón, se remonta hacia los primeros tiempos de la colonización, con la introducción al país de contingentes de ganado traído por los españoles, siendo Falcón escenario y punto de origen de la ganadería de Venezuela. Desde entonces la actividad ganadera ha sido de gran importancia para el desarrollo agrícola del Estado y de sus Municipios.

Actualmente no existen cifras oficiales para comparar la producción agrícola animal entre los Municipios del Estado Falcón, sin embargo, las cifras que se tienen en Jacura, lo ubican entre los primeros en cuanto a producción de leche y carne de bovino.

El Municipio Jacura posee alrededor de 800 explotaciones que generan la producción agrícola animal con una superficie aproximada de 100.000 hectáreas y un rebaño de 50.500 cabezas de ganado bovino; del cual 8.750 vacas están en producción. La producción de leche es de 45.000 litros/día de los cuales 20.000 litros/día son destinados a la elaboración de 2.500 kilogramos de queso en las fincas.

La extracción de bovinos está en el orden de 7.300 animales al año, de los cuales se destinan a matadero alrededor de 5.100 animales; para un total de 800 toneladas de carne en canal. En el Municipio predomina el animal mestizo de raza Holstein, Pardo Suizo y Brahman, con sistemas de producción de doble propósito con tendencia a leche, bajo modalidad vaca – maute; los sistemas de explotación más frecuentes son semi – intensivas, con un nivel medio a bajo de tecnología,

Los pastos que más utilizan son Guinea (Panicum maximun) y Estrella (Cynodom plectostachyus); la gran mayoría de los productores no realizan prácticas para el mejoramiento y conservación de forrajes con miras en elaborar reservas para la época de verano y mejorar el régimen alimenticio que se precisa para una ganadería más eficiente. Además, hay deficiencia en cuanto a la utilización de prácticas como fertilización, manejo de pastizales y rebaño, aprovechamiento de fuentes alternas de proteínas, registros administrativos de producción e higiene.

Otras Especies de Ganado

En el municipio se han desarrollado como actividad extensiva de carácter secundario en combinación con la ganadería bovina y los diversos cultivos, la explotación de las siguientes especies: porcino (1650 cabezas), caprino (210 cabezas), ovino (430 cabezas), equino (1400 cabezas), asnal (400 cabezas) y aviar (3750 cabezas).

Sub-sector Agrícola Vegetal

Análogo a la producción agrícola animal, el Municipio Jacura tiene tradición agrícola vegetal, siendo la Parroquia Agualinda la zona que produce la mayor cantidad de rubros. Esta zona posee características agroclimáticas favorables para el establecimiento y adaptación de gran variedad de especies vegetales que la convierten en un emporio para el desarrollo agrícola de Jacura por el gran potencial.

En el Municipio Jacura se cosechan alrededor de 1300 hectáreas/año de rubros agrícolas en aproximadamente 250 explotaciones que generan una producción de 3000 toneladas/año de productos vegetales, entre los que destacan: 50 TM de maíz, 200 TM de caraota, 820 TM de cambur, 450 TM d e lechosa, 100 TM de plátano, 95 TM de yuca, 90 TM de azúcar, 60 TM de café, 58 TM de ocumo, 55 TM de aguacate, y en menor grado mango, ñame, apio, patilla, tomate naranja ,auyama, piña, tabaco, pimentón y cebollón que representan alrededor de 320 TM/año.

Sub-sector Forestal

El Municipio Jacura posee riquezas no cuantificadas en cuanto a especies y cantidad de árboles madereros en las zonas de Agualinda y Araurima. Estas reservas forestales han venido siendo explotadas en forma indiscriminada y sin criterio conservacionista, lo que pone en peligro el futuro de la explotación forestal del municipio.

En estas zonas se encuentran especies madereras para uso industrial y para la construcción y mantenimiento recercas de alambre de púas en las explotaciones ganaderas. Hasta el momento no se tiene una información exacta referente a especies forestales, estimación de las reservas y volúmenes de explotación de esta actividad de gran importancia en el municipio.

Actividad Minera

El Municipio Jacura posee una gran riqueza minera en cuanto a la presencia de rocas fosfáticas en el Cerro Riecito, las cuales están siendo explotadas por PEQUIVEN, empresa filial de Petróleos de Venezuela. Este producto es utilizado principalmente para la elaboración de fertilizantes, que tienen gran demanda en la actividad agrícola de nuestro país.

Además de esto, según estudio realizado por la Unidad de Minas de CORPOFALCÓN en 1991, este municipio posee en el Cerro Jacura grandes reservas de roca caliza de excelente pulido que puede ser utilizada para uso ornamental y como agregado en la construcción.

Actividades en el Sector Secundario

Incluye actividades que incrementan la utilidad de los bienes traídos del medio natural, mediante el cambio de forma.

El Municipio Jacura no posee industrias procesadoras de productos agrícolas primarios (agroindustriales), solamente existe una microempresa que elabora queso, con limitado poder de recepción de leche. Por lo demás a nivel de finca transforman alrededor de 20.000 litros/día de leche para elaborar 2500 Kgs. de queso, con un nivel tecnológico bastante rudimentario.

En cuanto a la actividad artesanal y manufacturera, no es muy importante en cantidad de ocupación y valor de producción, pero sí en variedad y calidad de los productos elaborados. En el municipio existe producción de diversas artesanías, pinturas y gran variedad de productos alimenticios típicos de la región (pan casero hecho en horno de barro, nata, suero, macarrones, etc.).

Referente a la industria de la construcción, es muy limitada la construcción de edificaciones y viviendas debido principalmente al tamaño y la característica de población rural que conlleva a tener poca demanda. De igual forma se encuentra la construcción de infraestructura vial, debido a la escasez de recursos presupuestarios para tal fin, lo que indica la situación de deterioro y déficit de las vías de comunicación entre las comunidades y zonas de producción agrícola del municipio.

Actividades Económicas del Sector Terciario

Están referidas al intercambio de bienes y servicios que hacen posibles el consumo humano. Las actividades terciarias desarrolladas en el Municipio Jacura son las siguientes:

Comercio

Por ser Jacura un municipio eminentemente rural cuya economía se sustenta principalmente del sector agrícola, esta actividad ha desarrollado muy poco. Está conformada por bodegas, pequeños abastos, almacenes y expendios que abastecen alimentos, vestido, medicinas artículos del hogar, así como materiales, equipos e implementos para las diversas actividades que se realizan en las diferentes comunidades del municipio.

En la Jacura del pasado debido a su prosperidad económica, ésta llegó a tener un gran almacén (propiedad del señor Agapito Rodríguez) que surtía todo lo que se necesitaba.

También el jacureño tiene otra forma de comercio que es el del Bar – Restaurante (botiquines), existiendo varios en la población; éstos forman parte del entretenimiento del hombre típico de Jacura, durante los fines de semana luego de una ardua semana de trabajo en los potreros o conucos, acostumbran a reunirse en estos sitios a fin de escuchar música (rancheras y vallenatos) y compartir historias de sus pobladores.

Servicios Básicos

Los servicios básicos presentes en el municipio son energía eléctrica (trifásica), teléfonos públicos, aseo y acueducto rural en las principales poblaciones, quedando muchas comunidades sin estos servicios que son de vital importancia para un normal desarrollo y nivel de vida acorde para los habitantes.

Anteriormente la luz eléctrica era generada por una planta eléctrica la cual era encendida a partir de las 6:00 p.m. hasta las 10:00 p.m., antes de apaga la planta eléctrica se daban tres toques para avisar que la misma sería apagada, lo que daba tiempo para prender las lámpara de querosén o de gasolina blanca; éste sistema se utilizó hasta los años 70 que fue cuando trajeron el servicio de energía eléctrica (CADAFE).

Es de hacer notar, que en el pasado la población de Jacura llegó a tener una gran prosperidad económica, lo que llevó a que Jacura llegara a tener dos (2) expendios de medicina.

Además de cubrir los servicios de telégrafo y correo, hoy en día, continúa el servicio de correo; éste servicio lo ha prestado desde su inicio la familia Bracho, traspasándosela de generación en generación manteniéndolo hasta el presente.

Por otra parte en Jacura únicamente existen tres (3) teléfonos públicos (CANTV), y está comenzando a llegar la señal de telefonía digital (DIGITEL).

En cuanto a los servicios de expendios de medicina hoy en día existen solamente dos (2) en la Parroquia Jacura: uno ubicado en la población de Jacura y el otro en la comunidad de Pueblo Nuevo, encontrándose en ellos únicamente las medicinas básicas, no teniendo mucha variedad, lo que obliga a las personas a trasladarse a otros lugares (Mirimire, Tucacas, Coro, Valencia, etc.) para poder conseguirlas.

Salud

Son aspectos prioritarios en una localidad, sin embargo actualmente tiene serios problemas por las limitaciones presupuestarias. En este municipio existen tres medicaturas rurales Tipo AR-II; a saber:

  • Medicatura de Jacura (AR-II “Dr. Américo Cárdenas”), que tiene bajo su responsabilidad los dispensarios de Maicillal, Origuaza, Cueparo, Agualinda y Tacamire.
  • Medicatura de las Colonias de Araurima, que le corresponde supervisar el dispensario de La Enea.
  • Medicatura de Bachacal, que tiene a su cargo el dispensario de Riecito.
  • En la comunidad de Cogollal una familia (familia Colina) facilitó una pieza de su vivienda para que se haga la consulta.

Aunque en la actualidad el AR-II “Dr. Américo Cárdenas” de Jacura fue remodelado y acondicionado por el gobierno del Estado Falcón, el personal médico y paramédico es insuficiente para realizar las consultas en todos los dispensarios y medicaturas del municipio; además la falta de equipos, materiales, instrumentos y medicinas hacen imposible atender las emergencias que se presentan en la población por lo que en la mayoría de los casos los pacientes tienen que ser remitidos a centros asistenciales de Coro y Tucacas y muy frecuentemente al centro del país (Puerto Cabello, Morón y Valencia).

Anteriormente, la asistencia médica era impartida en una pieza facilitada por una familia (casa de Candelario Vargas y María Martínez de Vargas). El médico en ese entonces, Dr. Nazareno Campanuccia, venía todos los martes desde Mirimire a pasar la consulta siendo asistido por la enfermera del pueblo, Sra. María Martínez de Vargas. El dispensario funcionó en ésta casa durante aproximadamente 15 años. También se desempeñaron durante esta época los médicos, Dr. Estévez y Dr. Secundino Urbina, el odontólogo era el Dr. Armando Malo (venía cada 15 días); luego el dispensario fue trasladado a una pieza más grande (casa de dos pisos de la familia Reyes), donde funcionó durante otros 5 años, allí el médico era el Dr. Antonio Rodríguez. Finalmente después de una largar gestión se construyó el actual Ambulatorio Rural Tipo II de Jacura.

Educación

En cuanto a educación, existe suficiente personal docente (maestros graduados de Profesores en Educación Rural en el IPR “El Mácaro–Falcón”, Licenciados en Educación egresados de la UNA, y el resto cursando estudios de educación en otras instituciones) e instalaciones para atender la cantidad de matrícula que así lo requieren actualmente los planteles educativos públicos; sin embargo, existe una gran cantidad de jóvenes que por diversas causas no pueden asistir a los planteles.

La Parroquia Jacura es la más favorecida por impartirse desde el primer nivel (educación inicial), pasando por la I, II y III etapas de educación básica hasta el segundo año del ciclo diversificado (bachillerato) en la Unidad Educativa “Jacura”, con local propio ubicado en la urbanización San Miguel de Jacura, siendo hasta el momento su única directora desde su creación, la profesora Elba Caldera de Hernández (procedente de Puerto Cumarebo).

El Municipio Jacura cuenta con veinte (20) jardines de infancia, siendo la primera maestra de preescolar María Esther Gutiérrez de Arias (1994), quien luego pasó a ser la subdirectora hasta su jubilación (2002), en la actualidad la subdirectora es la profesora dora Milián.

La educación básica cuenta con 31 planteles distribuidos en las tres parroquias que forman el municipio, cuya dependencia está clasificada de la siguiente manera: escuelas básicas nacionales, estadales unitarias básicas, escuelas estadales concentradas, escuelas concentradas mixtas, escuela municipal unitaria y escuelas básicas nacionales y estadales, estas escuelas están adscritas a los Núcleos Escolares Rurales Nº 268 (sede el Pueblo Nuevo y Nº 373 (sede en las Colonias de Araurima), coordinadas por las profesoras Carmen Hidalgo (jubilada en el 2002) y Nellys de Henríquez (vigente). La actual directora del NER Nº 268 es la profesora Nellys Gómez de Rico.

En Jacura la escuela es dependencia estadal, siendo su nombre Escuela Básica Estadal “Daniel Navea”; su primera directora fue la profesora Nellys Guerra (jubilada en el 2003), actualmente la sustituye como encargada la profesora Yomaris García.

Anteriormente en Jacura la educación comenzó a impartirse en una pieza de una casa de familia (casa del señor Agapito Rodríguez), sus primeras maestras fueron: Blanca Elodia Torres de Cafroni (procedente de San Juan de los Cayos), Eva Silva de Yaraure (procedente de Tocópero), Sara Tremont (proceden de Coro); luego les sucedieron las maestras Gladys Alcalá, Eustaquia de Reyes, Sixta Quintero e Ilva Maimone, entre otras. Al construirse la primera escuela de Jacura, con local propio, su primera directora fue la maestra Ana Reyes.

Servicio Judicial

En la parte judicial, en Jacura funcionaba un Juzgado para atender todo lo relacionado con el aspecto jurídico que sucedía en el municipio, éste fue trasladado desde el año 2000 al Municipio Acosta. En cuanto a servicio policial, Jacura cuenta con su Prefectura, siendo atendida por dos (2) policías de forma permanente. También funciona en la Prefectura de Jacura todo lo concerniente a Registro Civil.

Cementerio

En cuanto al cementerio de Jacura, cabe destacar que el mismo es de un gran valor histórico. Es de hacer notar, que en el sitio correspondiente al cementerio viejo, donde están las tumbas más antiguas (desde la fundación de Jacura) construyeron una cancha deportiva, no dándole a éste el valor que se merece. El jacureño siempre ha tenido por tradición asistir al cementerio a visitar a sus difuntos; anteriormente era sitio de reunión con motivo del día de los muertos (2 de noviembre) y en caso de un funeral asistían los familiares a llevarles flores y a limpiar las tumbas. Esta tradición se ha perdido un poco.

Transporte

Referente al trasporte, es muy limitado debido principalmente al déficit y mal estado de las vías de comunicación. Existe una línea de transporte automotor que cubre la ruta Jacura – Mirimire y viceversa, la línea es auspiciada por la Alcaldía del municipio, la cual tiene una tarifa menor que una línea privada.

Además existen dos unidades automotoras (busetas), una que cubren la ruta Jacura – Mirimire, para trasladar hasta Mirimire a los alumnos que estudian en esa población y también para trasladar a los alumnos que dirigen al liceo en la urbanización San Miguel de Jacura y a los alumnos que van a las escuelas de Camururía y de Pueblo Nuevo; la otra buseta cubre la ruta Riecito – Las Colonias de Araurima – Yaracal. Este servicio de transporte escolar es auspiciado por la Alcaldía del municipio.

También existe una flota de transporte (carros rústicos de doble tracción y chasis largos) por parte de la Alcaldía, para cubrir las diferentes rutas desde las poblaciones del municipio hasta Mirimire. Por lo demás, es frecuente el uso de animales (caballos, mulas, burros) para el desplazamiento de personas y el intercambio de productos.

CAPÍTULO VI

MEDICINA TRADICIONAL

La medicina popular o tradicional s encuentra en todas las sociedades y por ende en todas las culturas, carece de status oficial y hasta cierto punto de una base teórica paradigmática positivista, es un hecho que se trasmite de generación en generación formando parte del acervo cultural. Se encuentra en todas las clases sociales y es practicada por todos los pueblos o asentamientos humanos, con la finalidad de solucionar problemas de salud con remedios caseros.

Hoy en día se ha determinado, que el valor medicinal de las plantas radica en la presencia de ciertas sustancias, alcaloides, gomas, enzimas, principios amargos, resinas, ácidos, aceites esenciales, minerales, aminoácidos, etc. Que provocan reacciones fisiológicas en el cuerpo humano, tendientes a evitar o aliviar determinadas enfermedades.

Es conocida la aseveración “de las plantas han aislado los investigadores botánicos, sustancias con efectos antibiótico, anti-inflamatorio, antidiarreico, anticonceptivo, antiparasitario, afrodisíaco, anticanceroso, antitusígeno, etc., por lo cual son una alternativa válida”.

Realmente existen miles de plantas que tienen principios activos medicinales y ya la farmacología ha logrado avances en aislar dichos principios. Sin embargo, las plantas medicinales son más efectivas porque en ellas se encuentran sustancias puras (sin el aditivo químico) que aumentan sus propiedades curativas. Por ejemplo, la hierba mora o “yoco” como se le conoce en Falcón es un poderoso antiviral, capaz de enfrentarse a los virus de herpes, y el cardo santo parece tener propiedades antitumorales y efectivas para curar la leucemia.

El contenido del presente trabajo de investigación no persigue ser un tratado de plantas medicinales, sino una simple contribución divulgativa de ciertas plantas que son utilizadas por el habitad mencionado con intenciones curativas.

La señora Ramona Muñoz (82), persona muy apreciada en Jacura suministró la fórmula de su famoso jarabe. Escorzonera, yuquilla, un gramo de onoto, hojas de suelda con suelda, dos litros y medio de agua (para que al hervir quede uno); se cuela y luego se le agrega ruibarbo, sal de higuera, palo amargo, nuez moscada, anís estrellado y una carterita de ron y miel de abejas. Se toma en la mañana y por la noche. Para los desarreglos menstruales, utiliza la zábila: siete gotas en un litro de agua. Para la mujer estéril, usa los mismos ingredientes más la miel de matoa. Para las dolencias utiliza la artemisa (ambrosia cumanensis). La decocción de las hojas se emplea para lavar y curar heridas.

La suelda con suelda (la cataplasma) se aplica para aliviar las quemaduras; la siempreviva se le da de tomar a la mujer que le queda mal humor después del parto. Otras preparaciones conocidas con la yuquilla, sal de higuera y suelda con suelda para los padecimientos de riñones. La infusión del yuquillo (Asclepios curassavica) se emplea para detener las hemorragias. El orégano orejón es útil para las asfixias y la infusión de las hojas tiene poder digestivo y tranquilizante nervioso, externamente es usado para lavar las heridas y darse baños para curar la sarna; la manzanilla de pozo es buena para cuajar la dentadura de los niños; la cola de caballo para el mal de ojo; el mapurite morado para la buba, y la concha del bálsamo de indio desnudo o las hojas son utilizadas como cataplasma, cura las úlceras y la infusión de las flores es excelente para curar las diarreas.

Una informante residenciada en Jacura (M. de H., 54) recomienda para la pechuguera, en otras palabras, gripe localizada en el pecho a los cristales de zábila endulzados con miel de abeja. Se licua y se toma una copita por las noches; para el espolón dice que la albahaca y al artemisa son ideales, se cocinan y se reagrega sal y luego se coloca en agua en un envase grande introduciéndose el pie en esa agua caliente (hasta que se aguante). El procedimiento se hace durante tres días. Para los dolores de estómago, se emplea el llantén con hojas de mastuerzo y orégano orejón, se cocinan y so toma como agua. Para el cáncer se recomienda el anamú que según sus palabras no debe confundirse con el mapurite, ya que la primera es una mata pequeña y el mapurite es una mata grande con espinas. Nuestra informante recibió caso de cáncer en Jacura y luego la persona se curó con anamú.

Con algunas variantes no muy significativas se utiliza el anamú o mapurite en todo el Municipio Jacura.

Es famoso el depurativo preparado en Camururía cuya fórmula es: polipol, fique de cocuiza, cilantrillo, zábila, miel de abejas y siempreviva. Hacia los lados de Buena Vista, Pirichare, Píritu de Jacura, etc. Utilizan la hierba meona (finita) para combatir las enfermedades de los riñones, del hígado, de la vejiga, cálculos renales y arenilla, cálculos biliares, piedras de la vejiga, mal de piedra, estrechez, retención de la orina, uretritis, etc., se toman como infusión.

Según el informante clave Tiberio Corona (60) residenciado en Píritu, la rosa de montaña sirve para el sarampión y diarrea, así como para los síntomas de abortos. El cocimiento de la corteza se emplea para curar la ictericia y las hemorragias. La infusión de las flores regula el exceso de flujo menstrual e igualmente alivia los dolores después del parto, algunas personas la usa como laxante.

Luis Meza (70) suministró la siguiente receta para la gripe: flor de borrajón, raíz de albahaca cimarrona, raíz de toronjil, flor de saúco y hojas de tilo. Se toma como infusión por las noches durante tres días. Para curar la úlcera gástrica se emplea el llantén. El cocimiento de la planta se usa para hacer gargarismos y para aliviar las enfermedades del corazón. Es por todos conocido que las hojas son utilizadas como cicatrizantes y en infusión para curar la diarrea y aliviar las infecciones hepáticas. Para la sinusitis recomienda la rosa de berbería, se hierven las flores y se inhalan los vapores. El sumo de las hojas, dosis mínimas, se utilizan como purgante. Recomienda el zumo de las hojas de hierba mora (yoco) para curar la culebrilla y la sarna.

Generalmente los habitantes del sur de Jacura utilizan la túa-túa o sibidigua y el mata ratón en cocimiento, para combatir las erupciones de la piel. A la misma mezcla se le agrega mapurite y sirve contra el cáncer. Algunas personas toman el agua de la túa-túa o sibidigua para adelgazar, ahora bien, el problema es que seca a la mujer (esterilidad).

CONCLUSIÓN

El ser humano siente necesidad de conocer su pasado, es decir, su historia personal y familiar. El hombre, las ciudades, los pueblos, la sociedad, la humanidad en general, se interesan por conocer su historia, pero asimismo se preocupan por dejar testimonios materiales, escritos y orales, para que las futuras generaciones puedan reconstruirla.

Muestras importantes de la preocupación del hombre por conocer su pasado, su historia, es el interés que pone en la búsqueda de información. Los pueblos se informan sobre su origen, fundación, personajes destacados y demás hechos importantes de su pasado. El conocimiento del pasado permite comprender el presente y proyectar mejor el futuro.

En este trabajo sobre la historia de un pueblo del Estado Falcón llamado Jacura, hemos querido recoger parte de ese pasado histórico y, queremos dejar constancia de este terruño expresándolo con la siguiente poesía:

Jacura: historia, leyenda y poesía

Ana Cecilia de Muñoz

“Jacura es un pueblecito al pie de una montaña, parece un nacimiento cuando le llega la noche. Sus sabanas son hermosas y al igual que sus serranías parecen esmeraldas que el Señor depositó en un valle.

Hablar de sus moradores es un poco aventurero, pues allí siempre se ve una sonrisa en los labios, un chiste o un refrán que van disfrazando siempre el verdadero pensamiento de esta gente bochinchera.

Sus mujeres son hermosas, cual reinas en su palacio, brindan hospitalidad a aquel que los visita, haciendo grata su estancia y dejándoles en sus mentes las ganas de regresar.

El corazón de este pueblo radica en su “nacimiento” de cristalina agua dulce que atraviesa cual arteria al poblado de raíces indígenas. Tiene una iglesia antigua, desde donde San Miguel cuida con celo infinito la fe de sus hijos y estos le rinden tributo en el septiembre del año. Todo el que es jacureño se siente orgulloso de serlo y no ve el momento inmediato de regresar con apremio para mirar a su pueblo y saludar a su gente.

Amigos de todas partes yo les invito con orgullo a que visiten mi tierra, que vengan a mi Jacura, la eterna novia de Falcón, aunque consigan pocas tunas y alguno que otro cardón”.

BIBLIOGRAFÍA

González Pérez, Juan; Lastra Arévalo, Elis y Trujillo, José Manuel (2001). El Estado Falcón a Través de sus Cronistas. Linográficas López, C.A. Santa Ana de Coro, Estado Falcón, Venezuela.

Trujillo, José Manuel (1998). Antología Jacureña. Linográficas López, C.A. Santa Ana de Coro, Estado Falcón, Venezuela.

Trujillo, José Manuel (1995). Jacura. Ediciones JMT. Santa Ana de Coro, Estado Falcón, Venezuela.

ANEXOS

Mapa del Estado Falcón

Mapa del Municipio Jacura

Jacura de antes

Monseñor Francisco José Iturriza

celebrando Primeras Comuniones Río Píritu de Jacura (antes)

en la Iglesia “San Miguel Arcángel”

Postura de agua (antes)

Casa donde funcionó el primer dispensario

de Jacura (Flia. Vargas Martínez)

Jóvenes jacureños (años 70) Casa donde funcionó el dispensario y tienda (llamada el balcón – Flia. Reyes)

Horno de barro de la Sra. Mira

Diferentes fachadas de la Iglesia “San Miguel Arcángel” de Jacura

Casa Cural

San Miguel Arcángel Río Jacura (nacimiento)

Casa antigua de Jacura Plaza Bolívar de Jacura

Casa antigua y habitante de Jacura

Ambulatorio AR-II Jacura

Vista de la manga de coleo y al

fondo la Sabana de Mumuche

Manga de coleo de Jacura

Ganadería de Jacura

DÉCIMAS DE JACURA

I

En el Jacura anterior

era todo diferente,

donde efectuaba la gente

trabajos de sol a sol.

O sea que el agricultor

o el pobre jornalero

trabajaba con esmero

para rendir más la cosa,

y en épocas lluviosas

lo mojaba el aguacero.

II

Siempre en la madrugadita

la gente se levantaba

y a los trabajos llegaba

a empezar de mañanita.

Arrimaban su arepita

a veces sin compañía

esperando el mediodía

para poder almorzar,

luego de tanto sudar

y perder mucha energía.

III

La mayoría acostumbraba

comer en la madrugada

café y arepa tostada

que la víspera guardaba.

Siempre de la que sobraba

la tarde del día anterior

que tenía muy buen sabor,

luego que con mucha gracia

la ponía cerca e´ las brasas

que recibiera el calor.

IV

Vendía sus frutos menores

muchos por adelantado

casi sin haber sembrado

aun los agricultores.

Solo que los compradores

tenían la confianza plena

que al final de la faena

el productor se esmeraba,

siempre con gusto pagaba

porque la gente era buena.

V

A mí también me tocó

desde muy temprana edad

vivir esta realidad

que ahora les cuento yo.

En aquel entonces no,

nadie se podía escapar

de acudir a trabajar

según para que aprendiera

que desde niño supiera

la labor a realizar.

VI

Sólo iba de vez en cuando

a la escuela del lugar

ya que yo tenía que estar

casi siempre trabajando.

Algunas veces buscando

el agua en el nacimiento

el pasto para un jumento,

leña para la cocina

y por ahora termina

este brevísimo cuento.

Por: P. R. Martínez Q.

Jacura, 1994




Jacura Anteriormente




Calle Principal de Jacura (entrada)









Manga de Coleo

José Agapito Rodríguez

(al fondo Jacura)




Cerro Jacura

(La Mira)




Manga de Coleo de Jacura (Manga José Agapito Rodríguez)












Manga de Coleo de Jacura (al fondo Sabana de Mumuche)




Plaza Bolívar de Jacura






Diferentes Fachadas de la Iglesia “San Miguel Arcángel” de la población de Jacura